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Sup fuckers. Blog personal, lleno de palabras sin sentido y párrafos de una vida aburrida como la mía. Patatina me dicen a veces, mi otro apodo me lo guardo... por ahora.

: patatina♡, level 21, Not a nice girl .
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• 「 Día #O12 」: Mayo en argentina
• 「 Día #O11 」: Marzo en argentina
• 「 Día #O1O 」: Cry baby
• 「 Día #OO9 」: Partimos
• 「 Día #OO8 」: Bienvenido 2016
• 「 Día #OO7 」: Me preocupo
• 「 Día #OO6 」: ¿Será este el nuevo comienzo?
• 「 Día #OO5 」: Calles mojadas
• 「 Día #OO4 」: Recuerdos de un hobby que jamás cont...
• 「 Día #OO3 」: Aburrirse de no hacer nada...

     Y llegamos a los 22 años, quién lo diría.

Bueno, en realidad los 22 años no son nada, están dentro del saco de años que uno cumple hasta llegar a los 25 y sentir que la vida se te pasa en un pestañeo. Decir que me pasa eso sería mentir, pues he sentido que estos años se han pasado lentísimo, veo muy lejano el día en que salí del colegio y entré a la u por primera vez. Fue hace años cuando pasé por mi peor etapa, cuando no quería hacer nada, cuando me sentía desmotivada de la propia vida. Fue hace siglos cuando decidí salirme de la u, para intentarlo por otro lados, porque ya no quería vivir esa vida nunca más, al menos no en ese país. Se siente que hace mucho empecé a hacer los trámites para viajar, y aún se siente lejano el día que pisé este país por segunda vez para comenzar la aventura.
Fue hace un año que soñaba con pasar mi cumpleaños en Buenos Aires mientras tomaba once con mi familia, en celebración, y mientras apagaba las velas de la torta pensaba: ¿cómo iba a ser mi cumpleaños allá? ¿tendría amigos? ¿saldría? ¿alguien me iba a saludar siquiera? ¿iba a extrañar mucho este momento familiar?

Volvamos a ser sinceros, no todo es color de rosas. Vivo en un limbo de incertidumbre constante, sobrevivo con poco dinero, aún no conozco mucha gente, aún no hago turismo por la ciudad, el clima me afecta todavía. Pero qué flojera ver sólo la parte negativa.

     Mi primer cumpleaños en este país fue caótico. La lluvia presagiaba joderme el cumpleaños, por lo que la salida planeada se cambió de día (e igual a las 00:00 hrs era mi cumple so whatever). Mientras hacíamos la previa, noté que una de las chicas ya estaba super ebria y temí que le diera algo como le dio a su hermana hace un mes por el vodka barato, o a otra amiga salteña con el tequila barato. Lo bueno es que Nady aguanta como un camión, así que salimos igual, nada nos importó. Para variar, había una fila enorme para entrar al boliche y ya pensaba que nos quedaríamos afuera, pero a pesar de todos esos pequeños detalles que me hicieron dudar, fue un buen cumpleaños. Conocí mucha gente, me emborraché normalmente, bailé, tomé, hablé, corrí, me reí, besé toda la noche a un chico, luego el resto de la madrugada besé a otro. No me fui a la casa de ninguno y no por falta de ganas, la verdad.

A pesar de no tener muchos amigos, las chicas que he conocido en la residencia han sido un pilar importante en este país, pues sin ella, me habría empezado a sentir muy sola. Qué habría sido de mí esa noche si no fuera por Merchy y Nadia, siempre dispuesta a una noche de joda, que guardaron ese día especialmente para mí. Aún me falta gente por conocer y lazos que formar, pero los que ya he hecho con estas chicas son muy especiales.

Me llegaron varios mensajes de saludos de gente de Chile, eso me hizo muy feliz y me recordó también que estoy tan lejos de todos ellos♥.



La última pregunta que me hice fue difícil de responder. Porque sí, extrañé la once de cumpleaños clásica en mi familia, con una torta comprada por mi mami, bebida, la estufa prendida y ese momento en mi pequeña familia de 4. Pero a la vez y nuevamente, gracias a las chicas, pude sobrellevar esa nostalgia y se me olvidó con el pasar de la noche. No olvidaré lo que me dijo Nadia ese día, cuando estaba ebria: ''yo me quedé porque me caes muy bien y sé lo feo que es estar lejos de tu familia en esta fecha, por lo que hoy te acompañaremos y la pasaremos bien'' o algo así, pero pucha que lo agradecí, considerando que sin ellas, quizás me habría sentido muy mal ese día.

Pero ya no quiero llorar más en esta entrada, porque la pasé bien joder, y estoy feliz por eso a pesar de que la semana fue una mierda. Y pues, que 22 años no se cumplen todos los días.

Etiquetas: Diary

     Y llegamos a los 22 años, quién lo diría.

Bueno, en realidad los 22 años no son nada, están dentro del saco de años que uno cumple hasta llegar a los 25 y sentir que la vida se te pasa en un pestañeo. Decir que me pasa eso sería mentir, pues he sentido que estos años se han pasado lentísimo, veo muy lejano el día en que salí del colegio y entré a la u por primera vez. Fue hace años cuando pasé por mi peor etapa, cuando no quería hacer nada, cuando me sentía desmotivada de la propia vida. Fue hace siglos cuando decidí salirme de la u, para intentarlo por otro lados, porque ya no quería vivir esa vida nunca más, al menos no en ese país. Se siente que hace mucho empecé a hacer los trámites para viajar, y aún se siente lejano el día que pisé este país por segunda vez para comenzar la aventura.
Fue hace un año que soñaba con pasar mi cumpleaños en Buenos Aires mientras tomaba once con mi familia, en celebración, y mientras apagaba las velas de la torta pensaba: ¿cómo iba a ser mi cumpleaños allá? ¿tendría amigos? ¿saldría? ¿alguien me iba a saludar siquiera? ¿iba a extrañar mucho este momento familiar?

Volvamos a ser sinceros, no todo es color de rosas. Vivo en un limbo de incertidumbre constante, sobrevivo con poco dinero, aún no conozco mucha gente, aún no hago turismo por la ciudad, el clima me afecta todavía. Pero qué flojera ver sólo la parte negativa.

     Mi primer cumpleaños en este país fue caótico. La lluvia presagiaba joderme el cumpleaños, por lo que la salida planeada se cambió de día (e igual a las 00:00 hrs era mi cumple so whatever). Mientras hacíamos la previa, noté que una de las chicas ya estaba super ebria y temí que le diera algo como le dio a su hermana hace un mes por el vodka barato, o a otra amiga salteña con el tequila barato. Lo bueno es que Nady aguanta como un camión, así que salimos igual, nada nos importó. Para variar, había una fila enorme para entrar al boliche y ya pensaba que nos quedaríamos afuera, pero a pesar de todos esos pequeños detalles que me hicieron dudar, fue un buen cumpleaños. Conocí mucha gente, me emborraché normalmente, bailé, tomé, hablé, corrí, me reí, besé toda la noche a un chico, luego el resto de la madrugada besé a otro. No me fui a la casa de ninguno y no por falta de ganas, la verdad.

A pesar de no tener muchos amigos, las chicas que he conocido en la residencia han sido un pilar importante en este país, pues sin ella, me habría empezado a sentir muy sola. Qué habría sido de mí esa noche si no fuera por Merchy y Nadia, siempre dispuesta a una noche de joda, que guardaron ese día especialmente para mí. Aún me falta gente por conocer y lazos que formar, pero los que ya he hecho con estas chicas son muy especiales.

Me llegaron varios mensajes de saludos de gente de Chile, eso me hizo muy feliz y me recordó también que estoy tan lejos de todos ellos♥.



La última pregunta que me hice fue difícil de responder. Porque sí, extrañé la once de cumpleaños clásica en mi familia, con una torta comprada por mi mami, bebida, la estufa prendida y ese momento en mi pequeña familia de 4. Pero a la vez y nuevamente, gracias a las chicas, pude sobrellevar esa nostalgia y se me olvidó con el pasar de la noche. No olvidaré lo que me dijo Nadia ese día, cuando estaba ebria: ''yo me quedé porque me caes muy bien y sé lo feo que es estar lejos de tu familia en esta fecha, por lo que hoy te acompañaremos y la pasaremos bien'' o algo así, pero pucha que lo agradecí, considerando que sin ellas, quizás me habría sentido muy mal ese día.

Pero ya no quiero llorar más en esta entrada, porque la pasé bien joder, y estoy feliz por eso a pesar de que la semana fue una mierda. Y pues, que 22 años no se cumplen todos los días.

Etiquetas: Diary

Intento de ser humano decente. Devoradora de libros. Fumadora compulsiva. Té a todas horas. Mujer de invierno, manosfrías. Amante de la mitología. Enamorada de las experiencias nuevas. Detesta los ruidos y gritos molestos, pero odia aún más el silencio.

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